sábado, 14 de mayo de 2011

En la antesala

Hace unos días fui a una cita con el médico por un esguince en mi mano derecha. Hay avance en la recuperación, pero aún duele. Y ahora más porque desde entonces el doctor me lastimó.

Después de pedirme que le apretara la mano movió mi dedo pulgar en diferentes ángulos y ayyyyyy, hubo uno en el que sí tuve que decirle que me dolió mucho. El caso es que tendré otras diez sesiones de terapia, a ver si con esto ya me siento mejor.

Mientras esperaba la consulta —que comenzó 40 minutos tarde— me sacaron plática dos señoras que estaban sentadas a un lado de mí (he de confesar que es raro que yo sea la primera que entable una charla en estas situaciones). La primera, sufría un dolor en la espalda que “no se le quitaba con nada”, me contó, entre otras cosas...

Después de un silencio, la señora de mi derecha en la hilera de asientos, también me preguntó qué me pasaba, era una dama un poco mayor, con un semblante muy dulce. Me llamó la atención porque antes de conversar con ella tenía en sus manos un cuaderno con apuntes en letra manuscrita.

Tras decirle qué hacía yo y dónde trabajaba, me comentó que eso era algo que le parecía muy interesante. También quiso saber si yo escribía poesía. De inmediato le dije que no (porque de plano no se me da, prefiero leerla), y luego me contó que ella sí lo hacía.

Me mostró un libro que escribió que se llama “Retorno al valle”, por la portada me enteré de su nombre, María Mercedes Rosas Cota; además, supe que es mamá de una persona que conozco y que también es escritora: Gloria Barragán Rosas o Gloria del Yaqui, como se hace llamar.

Platicamos un buen rato, me dijo que también ha dado cursos de redacción, es correctora de textos y que ha declamado muchas veces en la radio, incluso en el hospital me leyó estrofas de un poema. Ahora que lo pienso en muchas ocasiones noté en ella algunas entonaciones que usa Gloria al hablar, muy de ellas…

La señora María Mercedes nació en Álamos, pero después vivió muchos años en Pueblo Yaqui y ahora radica en Hermosillo. Me dio mucho gusto platicar con ella, me pidió conocer la publicación que hacemos en mi trabajo, de alguna manera se la haré llegar.

Saludos para ella y para su hija. Por lo visto ambas amantes de la literatura y promotoras de cultura, donde quiera que estén...