Tengo un niño chipilón que le encanta que juegue con él. A mí me gusta mucho atacarlo a besos y creo que llego hasta a desesperarlo porque lo abrazo y lo beso... y lo vuelvo a besar, hasta que me manda a la fregada, ja. No importa, al siguiente día lo vuelvo a hacer.El nuevo juego que a él le divierte mucho entre los dos es que yo lo ataque, pero a mordidas. No puedo hacerle un cariñito cuando paso a su lado porque sonríe y luego me extiende el brazo para que comience a morderlo, y lo hago despacito, supongo que le hace cosquillas, o no sé qué sensación le provocará, pero le gusta, y ya que recorro todo un brazo me da el otro...y así puede estar por un buen rato hasta que soy yo la que tengo que parar porque ya fue suficiente, je.
Así es este lindo niño... lo adoro.
