Comparte su conocimiento sobre guionismo

El próximo viernes concluye en la Universidad de Sonora el “Curso teórico-práctico de guionismo cinematográfico” que imparte Iván Terán Valenzuela, el cual tiene como propósito ofrecer conocimientos más especializados sobre el tema, despertar el interés en esta área y promover la actualización profesional.

Se abordan aspectos como Estructura del guión, Creación del personaje, Diálogos y tratamiento, que a su vez tuvieron temas acerca de estructura dramática, escena, subtexto, personajes y su función, diálogo cinematográfico, sinopsis, argumento, premisa y tratamiento, entre otros.

“Los participantes tendrán al culminar este curso una noción nueva en torno al cine, ya no serán sólo espectadores. De manera más consciente que inconsciente van a hacer un análisis del sistema que se desfila ante ellos, sobre todo podrán comprenderlo y saber por qué les gusta una película, porqué funciona en su estructura o en el desarrollo de la narrativa”, indicó.

Otro de los aspectos que resaltó Iván Terán es que le interesa revalorizar el papel del guionista, porque aunque en español la palabra guión remite a una pauta, una guía, es más que eso: es un documento con gran fundamento, con toda una investigación detrás porque debe haber un conocimiento previo para poder justificar motivos y personajes, géneros, y demás elementos narrativos que se usen para estructurar la historia.

“Al finalizar el curso ellos no tendrán el guión propiamente dicho de cientos de páginas, pero sí van a tener ciertos elementos que les van a permitir continuar su historia, y dedicándole el tiempo considerable poder escribir el guión, un largometraje ficticio. Llegaron con una idea, la hicimos crecer, desarrollamos personajes, diálogos y escenas; el objetivo al final es lo que llamamos tratamiento, sintetizar el guión en un espacio de cinco a diez páginas”, dijo.

En un principio se planteó en cuatro módulos, programados para impartirse en 40 horas, pero se extendió a una sesión más este viernes por necesidades propias del curso, y para el día de la clausura están invitadas autoridades universitarias y del Instituto Sonorense de Cultura, comentó Terán Valenzuela.

El instructor informó que la inducción tuvo un cupo limitado para 15 participantes, quienes para ingresar debieron enviar su currículum, carta de interés y el proyecto a desarrollar. Se llevó a cabo los viernes y sábados de febrero en instalaciones de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación.

Es un grupo muy heterogéneo, expresó, hay desde jóvenes de preparatoria, hasta profesionistas de más de 40 años, lo cual resulta benéfico porque pueden combinarse puntos de vista distintos. “Participan universitarios y estudiantes externos, de instituciones públicas y privadas, también acuden profesionistas con experiencia”.

Iván Terán Valenzuela estudió la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación (generación 2000-2004), realizó estudios de posgrado en cinematografía en la Universidad de Guadalajara, con especialidad en guión, y es becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora (Fecas), y es precisamente de las actividades propias de esta beca que surgió la idea de impartir esta capacitación.

Adelantó que próximamente se realizará otro curso similar, pero de 50 horas, también dirigido al público general con ganas de aprender sobre guionismo. “No tienen que ser literatos ni gente que estudió comunicación, sino tener esa aspiración, el deseo de tener una idea, sacarla, expresarla y qué mejor que sea través del cine, de la imagen en movimiento”.

Lanzamiento

Este miércoles se presentó ¡Vive! La revista de los médicos y las familias, una edición mensual que busca difundir temas de salud con profesionalismo; para lograr este objetivo se apoyará en especialistas en el ramo de la medicina.

El proyecto es encabezado por Emilio Robles Burgos, como director general y editor, y Ana Consuelo Moreno Valenzuela, a cargo de la coordinación editorial, quienes buscan posicionarlo en el gusto del público a nivel estatal y nacional.

“La revista surge por la necesidad de llenar un vacío en la educación y concientización del autocuidado en la población; queremos dar información sobre enfermedades, su problemática social y las propuestas de solución”, dijo Robles Burgos.

Añadió que en Sonora hacen falta publicaciones que tenga que ver con el amplio espectro de la salud, tratado de una manera seria. “Esta revista será un buen vehículo para informarse”.

El lanzamiento se realizó en el marco de la X Feria Universitaria de la Salud de la Universidad de Sonora, que está instalada en la zona peatonal de la Biblioteca Central del campus Hermosillo.

En la presentación, el director general de ¡Vive! estuvo acompañado por Roberto Holguín Almada, endocrinólogo y director médico de la Casa del Diabético; así como por Jesús Sánchez Colín, médico internista e infectólogo.

Los especialistas felicitaron a los responsables del proyecto por esta iniciativa que —dijeron— será en beneficio de las familias; resaltaron la calidad de la publicación y coincidieron en que es importante que se haga difusión de los problemas de salud porque hay muchos mitos, por ello, los medios que aportan conocimientos científicos — como éste—, siempre son bienvenidos.

Por ahora, la publicación se distribuirá como encarte dentro del periódico Expreso; además, estará en farmacias, consultorios y algunas librerías, informó Robles Burgos.

En lectura: "La vida que se va"

Muy entretenida me tiene la novela “La vida que se va”, de Vicente Leñero, centrada en Norma, quien en su vejez platica a un periodista su historia.

Lo interesante hasta ahora, es que después de un hecho que marca su vida —la boda de su padre—, cuenta dos historias distintas. Por un lado, se queda con el papá, a pesar de que no tolera mucho a su madrastra; y por otro, se va a vivir a Guanajuato con la tía que la crío, ambas deciden marcharse en desacuerdo por la unión.

Y en eso estoy, leyendo de sus romances en la ciudad y en el campo, y no sé cuál es cierto y cuál no; o mejor dicho, son dos historias posibles en la vida de la protagonista que el autor relata de manera tal que no sé hasta ahora cuál prefiero para ella.

Además, Norma, al igual que su progenitor, es muy buena para jugar ajedrez, y algunas partidas se cuentan de forma tan interesante, que nos emocionamos, incluso, quienes no sabemos usar el tablero.

Gaceta Febrero

Les comparto la nueva edición de la Gaceta de la Universidad de Sonora.

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Pan de plátano

Este domingo me animé a hornear un pan de plátano, siempre me ha gustado y nunca me había atrevido a hacerlo. Salió rico. Aquí les dejo la receta que encontré en internet por si alguien más se anima.

Ingredientes:

2 tazas de azúcar

3 tazas de harina todo uso o integral

1 taza de aceite vegetal

4 huevos

1 cucharadita de extracto de vainilla

1 cucharadita de royal o espauda

1 cucharadita de bicarbonato

1 cucharadita de sal

1 cucharada de canela en polvo

4 plátanos bien maduros y machacados

1 taza de nuez

¾ taza de leche

Procedimiento:

En un recipiente se ciernen los ingredientes secos, poco a poco se le agregan los huevos, la vainilla, el aceite vegetal, la leche, y los plátanos bien triturados o machacados, al final agregar las nueces y listo.

Posteriormente enharine un molde con mantequilla o aceite y harina todo uso, coloque la mezcla y hornee por aproximadamente 1 hora 20 minutos, o bien, pinche el pan con un tenedor o cuchillo y verificar que salga totalmente limpio.

Una vez horneado se puede decorar con simplemente cernirle azúcar glass o con un frosting de queso crema.

Un papel destacado

Retomo las palabras escritas por Joaquín:

“Este sábado, en las conclusiones finales de los acreditadores, se incluyó la labor que realizamos en Génesis y el Área Editorial. Hay que dimensionarlo: de todo lo valioso que se hace en nuestra escuela, nuestro trabajo quedó referido en el documento final de los evaluadores”.

Después de esto agradeció y felicitó a su equipo, un grupo de talentosos muchachos con la camiseta bien puesta en el proyecto, a quienes yo también expreso una felicitación, al igual que al resto de los colaboradores de Génesis en estos diez años (casi 11).

Joaquín, yo en varias ocasiones te he dicho que te admiro, sobre todo por el empeño con el que haces las cosas, tu entrega al periódico y a sacar adelante tu labor como docente en la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Sé que estás dejando huella, y tu granito de arena ya se ha visto reflejado en algunos egresados talentosos que aún te demuestran su respeto y agradecimiento.

¡Enhorabuena! Y que sigan tus logros; yo, te reitero, estoy aquí para apoyarte.

Un cafecito con las amigas nos viene bien

Qué bonito es contar con amigos entrañables, quizás en nuestra vida sólo nos encontremos con uno, dos o tres de ellos, y no más.

Ayer tuve la oportunidad de platicar con una gran amiga y estuvimos tan a gusto que las horas se pasaron volando… ¡seis! No era el plan, pero un tema llevaba a otro...

Cuando nos poníamos de acuerdo para nuestro encuentro, el requisito principal era “vamos a un lugar donde podamos reírnos a gusto”, y me acordé de un sitio que recomendó un compañero de trabajo hace un tiempo, y ahí fuimos, es un café en la parte trasera de una pastelería.

Y en efecto, hubo risas, pero también momentos de hablar de cosas muy serias. No faltaron los recuerdos, los amigos en común, en fin, un poco de todo. Me sentí tan bien, que olvidé por completo los conflictos laborales que acababa de ocurrir en la mañana, a pesar de que fueron comentados brevemente al inicio de la charla.

Es lindo que estés cerca amiga, y aunque no nos veamos tan seguido deseo que sepas que te quiero mucho y que me encanta que formes parte de mi vida; espero que el lazo de fe que desde hace un tiempo nos une, bendiga aún más nuestra bonita amistad.

La amistad entre mujeres

Un estudio que publicó la Universidad en los Ángeles, California, señala que la amistad entre mujeres es algo verdaderamente especial.

Se descubrió que las amigas contribuyen a darnos identidad y modelar nuestro futuro.

Constituyen un remanso ante un mundo real lleno de tormentas y obstáculos.

Las amigas ayudan a llenar huecos emocionales de nuestras relaciones maritales y nos ayudan a recordar quiénes somos realmente.

Según los científicos, hay evidencias de que tener amigas ayuda a las mujeres a prevenir el estrés que ocasiona problemas estomacales.

Después de 50 años de investigaciones se ha determinado que hay sustancias químicas producidas por el cerebro que nos ayudan a crear y sostener lazos de amistad entre las mujeres.

Aparentemente, cuando se libera la hormona llamada oxitocina como parte de la reacción de las mujeres hacía el estrés, éstas sienten la necesidad de proteger a sus hijos y agruparse con otras mujeres.

Cuando esto ocurre, se produce una mayor cantidad de oxitocina que disminuye el estrés severo y produce efecto calmante.

Estas reacciones no se presentan entre los miembros del sexo masculino, debido a que la testosterona que los hombres producen en altas cantidades tiende a neutralizar los efectos de la oxitocina, mientras que los estrógenos femeninos aumentan la producción de la hormona.

Un estudio tras otro ha demostrado que los lazos emocionales que existen entre las mujeres que son amigas reales y leales contribuye a reducir los riesgos de enfermedades al bajar la presión arterial y el colesterol.

Se cree que ésta puede ser una de las razones por las cuales las mujeres suelen vivir más tiempo que los hombres.

Las mujeres que no establecen relaciones profundas de amistad con otras mujeres no muestran los mismos resultados en su salud.

Tener amigos nos ayuda no solamente a vivir más, sino a vivir mejor, el estudio de salud realizado por la facultad de medicina de Harvard indica que cuantas más amigas tenga una mujer, más aumentaran sus probabilidades de llegar a la vejez sin problemas físicos de incapacidad llevando una vida plena.

NO contar con amigos cercanos es tan dañino para la salud como la obesidad, el tabaquismo, o el sedentarismo.

Se estudió también cómo las mujeres superaban un trance como la muerte del cónyuge, y se estableció que las mujeres que podían confiar en sus amigas reaccionaban sin enfermedades graves y se reponían en un lapso menor que aquellas que no tenían en quien confiar.

Las mujeres que son amigas constituyen una fuente recíproca de fortaleza!!.

Qué susto con el gato

Hace poco, salimos Joaquín y yo un sábado por la mañana, íbamos a pagar unos recibos, entre ellos el predial. Él recordó que en la Comandancia Centro había un cajero del Ayuntamiento, y fuimos ahí.

Dentro de nuestros planes, también estaba ir a la UNI. Antes, decidimos hacer escala en un Oxxo por un café para mí, y él quiso un chocolate caliente. Estuvimos un momento estacionados en la tienda, ubicada en la calle Matamoros, cerca de la comandancia antes mencionada, tomando nuestras bebidas.

Cuando retomamos nuestro rumbo, nos llamó la atención que mientras hacíamos alto en Matamoros y bulevar Luis Encinas escuchamos maullar a un gato. Volteamos a un lado, al otro, y nada. La luz roja aún estaba en el semáforo y seguíamos escuchando el maullido. Hasta pensamos que era una broma de un motociclista que estaba a un lado volteaba y nos veía.

“Debe ser grabado”, pensábamos y reíamos. “Nos han de estar grabando, para ver si caemos en la broma”. Las risas seguían.

Dimos vuelta en el bulevar rumbo a la Universidad, y de nuevo un alto, esta vez en la esquina con la Garmendia. Volvimos a escuchar el sonido que emiten los gatos. ¡Ah caray! Ahora sí nos volteamos a ver sorprendidos.

“Ahhh, quizás vaya en esa camioneta que está junto a nosotros, porque también estaba en el otro alto”, dije yo. Y nos quedamos con esa versión.

Cuando dimos vuelta a la izquierda, ahora en la calle Rosales, y estando frente a la plaza Emiliana de Zubeldía, el maullido apareció de nuevo, más intenso, y ya no había motociclista ni camioneta ni otro carro cerca, así que nos asustamos y le pedí a Joaquín que detuviera la marcha, el lugar más cercano fue en la entrada de la Uni.

Joaquín salió del Tsuru y no vio nada al rededor.

“Asómate debajo del carro”, le pedí nerviosa.

Ambos nos miramos, temíamos lo peor: que el animal estuviera lastimado, enredado en una llanta, o en alguna situación lamentable. Yo no quería ni ver.

En efecto, ahí estaba el gato, asustado después del viaje, pero no herido. Creí que al verse libre se iría de inmediato, y no lo hizo; todo lo contrario, se volvió a esconder debajo del auto.

Cuando nos dimos cuenta que de plano no quería quedarse ahí —quizás le dio miedo convertirse en un hot dog más adelante—, lo subimos al carro y lo llevamos con nosotros. Me sentí incómoda, y él se pasaba de los asientos de atrás a los de adelante con mucha soltura, mientras yo estaba sumamente tensa (no me gustan mucho los gatos, menos los desconocidos).

Cuando llegamos a la escuela se paseó un rato por el edificio, incluso por el área editorial, pero no se alejaba mucho, estaba pendiente de todos nuestros movimientos.

Subimos y bajamos algunas cosas, nos disponíamos a irnos, y el gato nos seguía… teníamos que marcharnos, y al final no pudimos ni quisimos dejarlo ahí.

Ahora ya tiene otro hogar, aunque no con nosotros.

Un pasito adelante

Hay etapas en las que uno tiene que enfrentar situaciones, a veces muy sencillitas, pero que de cierta manera te obligan a replantearte cómo estás, cómo te sientes contigo mismo, y te encuentras con realidades que no te gustan.

Hay muchas cosas que odio de mí, es cierto; y antes, a pesar de tenerlas bien identificadas no hacía nada para remediarlas. Y no quiero decir con eso que voy a cambiar de la noche a la mañana, no, ni que fueran enchiladas, pero sí estoy en el proceso de querer pensar menos y actuar más.

Al darme cuenta de que no soy víctima de nada ni de nadie, me siento más contenta. Pero sí llegué a sentirme así, lo confieso, porque es más fácil ponernos en ese plan que afrontar las cosas y buscarles solución.

Tengo gente a mi alrededor que me quiere, y sí, quizás el 14 de febrero sirvió de pretexto para que me lo demostraran, pero yo también aproveché la ocasión para expresar mis sentimientos a los que más quiero y me siento feliz.

Y aunque hay personas que extraño, porque ya no las tengo conmigo, en vez de añorarlas prefiero recordarlas con cariño, no sólo en febrero, mes del amor y la amistad, sino toda la vida.

Quiero avanzar, siempre avanzar.

Me estoy congelando...

Siempre he sido friolenta, sobre todo si tengo los pies descubiertos, se me ponen como cubos de hielo y luego Joaquín no quiere que lo toque con ellos.
Pero hoy, y ayer, me he sentido a ratos atrofiada, no puedo ni moverme por estas bajas temperaturas, aún así lavé los trastes, pero con agua tibia, claro está.
Ni la sudadera, ni los calcetines, ni el pants son suficientes, así que me voy al cuarto donde ya prendí el calefactor, no me importa lo que llegue de luz con tal de que se me quite este frío.
Más vale acurrucarse y ver una película, de seguro Joaquín ya tiene alguna preparada, siempre me complace con esa afición.