Una tarde de sábado muuuuuy diferente la de ayer, con la casa invadida por poco más de veinte jóvenes revoltosos, con música rock “en vivo”, con muchos pendientitos que había que supervisar, afuera y adentro. Pero todo valió la pena al ver una sonrisa inmensa en la cara de ella, y que al final, después de despedir a sus últimos amigos, dijera que se la pasó “genial”.
Después de lo anterior, quiero comentar que esta semana me dio mucho gusto conocer a dos personas que luchan por hacer algo interesante en pro de los suplementos culturales y la lectura.
El jueves, José Luis Martínez ofreció una conferencia sobre prensa y cultura en el auditorio del Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación de la Unison (donde por cierto hubo presentador de lujo: Joaquín), el invitado comenzó por citar una frase de Fernando Benítez que dice: “La cultura le puso casa al periodismo mexicano y ahora vive como arrimada…"
El director del suplemento cultural "Laberinto" y asesor de la Revista Milenio dio cifras alarmantes de las ediciones que ha visto desaparece en la ciudad de México y que ahora se reducen a tres.
Esto me recuerda el caso particular del periódico Cambio en Hermosillo, que antes de cerrar sus puertas fue adquirido por la Organización Editorial Mexicana (OEM) y una de las primeras estrategias de ahorro que implementó al adquirir este medio fue eliminar la “Revista Dominical”.
Por mucho tiempo fui editora de esta sección, que comenzó como su nombre lo indica como revista, tenía de todo, los temas eran muy variados, y también incluía la información cultural. No tardé en darme cuenta de la necesidad de espacio para este tipo de eventos y poco a poco la convertí en una sección meramente cultural.
Poco antes de desaparecer algunos protagonistas de este ambiente se enteraron de la posibilidad del cierre y enviaron correos en defensa de la sección y los argumentos necesarios para que no la eliminaran, agradezco esto, y aunque no fue directamente para mí el apoyo, sí lo fue para una sección que en la medida de mis posibilidades siempre traté de sacar adelante.
Pero sucedió. La sección cultural se convirtió en un breve espacio en “Espectáculos” y sólo tenían cabida las presentaciones o eventos “más sobresalientes”. Incluso se eliminó también una plaza y la editora de espectáculos pasé a ser yo, tarea que hacía a la par de los suplementos especiales.
¿Y cuántos suplementos culturales hay ahora en la ciudad?: ninguno, porque más adelante pasó lo mismo en El Imparcial y desapareció “Perfiles”, y Expreso tampoco tiene uno.
Por otro lado, también estuve en un homenaje que se realizó en honor de Miguelina Valdez Fontes, promotora cultural, quien ha puesto énfasis en el público infantil a través del programa “El son de los niños” que se transmite por Radio Universidad y donde ella es la productora.
Asimismo ha realizado diversas acciones por medio de la Red de Fomento a la Lectura y a través del programa similar que tiene la SEC en el estado.
Con voz baja y pausada Miguelina resaltó la noche del viernes que su trabajo siempre lo ha hecho por gusto, que es algo que disfruta. Para ella más que elevar las estadísticas que hablan de lo poco que se lee en Sonora lo que hay que hacer es incrementar el gusto por leer, hacer accesibles los libros a los niños.
En esta tarea hay gente involucrada —como ella—, algo se está haciendo, pero es muy poco aún. Miguelina no descansa en esta labor porque dice que: “Siempre habrá un lector en busca de un mediador y por ahí habrá un mediador buscando a quién leerle un cuento, alguien a quién acercar a la lectura”.
Con esto me despido…aún hay algunas cosas por limpiar de la reunión de anoche y la festejada aún sigue dormida.