La relación entre el cerebro y la ficción, enfocada sobre todo en la empatía de los seres humanos hacia los personajes de la literatura, fue el tema que abordó el escritor Jorge Volpi en la conferencia que impartió en la Feria del Libro Hermosillo 2010 .
La literatura, explicó, al igual que los diversos soportes de la ficción, son todos simulacros de los símiles de la realidad. “No leemos una novela o vamos a una función de cine o teatro sólo para entretenernos, ni sólo para divertirnos, sino para probarnos en otros ambientes, y en especial, para ser, al menos durante unas horas o durante algunos minutos, otros”.
Añadió que cada lector puede inventar la imagen de los protagonistas desde su interior, aún antes de reconocer sus atributos físicos.
“Una novela o un cuento no es una actividad inocua, desde el momento en que nos hacen reconocernos en los personajes de ficción y nos hacen apoderarnos de sus conflictos, problemas, decisiones, su felicidad o su desgracia, comenzamos a ser otros. Conforme más contagiosas sean las ideas que contiene una narración, sus secuelas durarán más tiempo incrustadas en nuestras neuronas, la única cura es el olvido o la lectura de otras novelas”, señaló.
Para este escritor la literatura es esencial, no es accesoria, ni es sólo un divertimento, sino que nos hace ser verdaderamente humanos. “Los cuentos y novelas nos han hecho quienes somos, en ellos se encuentra parte de lo peor y también de lo mejor de nuestra especie, nuestra conciencia, emociones y sentimientos, nuestra memoria e inteligencia, nuestras dudas y prejuicios, acaso también, en cierta medida, nuestro libre albeldrío”, destacó.
Confesó que lamenta no haber estudiado ciencia, pero que gracias a sus libros ha podido recuperar un poco esa vida de científico que no tuvo en la realidad, a través de la creación de los personajes de sus novelas.
Volpi dijo a la concurrencia que ante la falta de textos que abarcaran este tema, decidió escribir un libro y compartió el primer capítulo de su trabajo titulado: Leer la mente: el cerebro y el arte de la ficción.
El actual director de Canal 22 habló de los inicios del arte, de cómo en un principio tenía sólo un fin decorativo o religioso y del pensamiento de que toda creación artística se distingue por carecer de un fin práctico, “fuera de eso que suele llamarse con cierta pedantería el goce estético”.
Perfil
Jorge Volpi se inició en la escritura a los dieciséis años tras participar en un concurso de cuento en el Centro Universitario México, al que también acudieron Ignacio Padilla y Eloy Urroz, con quienes más tarde formaría el grupo del Crack. Fue catedrático de la Universidad Marista y de la UDLA. Luego se decantó por lecturas de historia, filosofía y ciencia.
Se licenció en Derecho por la UNAM y obtuvo el grado de maestro en Letras Mexicanas por la misma universidad; también se doctoró en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, adonde fue con su amigo el también escritor Ignacio Padilla, con una tesis sobre las relaciones entre el Subcomandante Marcos y los intelectuales en 1994. Sobre el poeta suicida Jorge Cuesta escribió el ensayo El magisterio de Jorge Cuesta, que le valió a Volpi el Premio Plural de ensayo en 1991. Ese mismo año publicó su primer libro de cuentos, Pieza en forma de sonata, para flauta, oboe, cello y arpa, Op. 1, donde reflexiona sobre la enfermedad que produce la música en sus intérpretes, que tienen un ímpetu obsesivo de alcanzar la ejecución perfecta de su instrumento musical, como si fuese una especie de destino sexual. Fue profesor visitante en las Universidades de Emory y Cornell.
En agosto de 2009, obtuvo el Premio José Donoso, creado por la Universidad de Talca, en Chile, por el conjunto de su obra. En años anteriores, el Premio recayó en escritores como Javier Marías, Ricardo Piglia, António Lobo Antunes o José Emilio Pacheco. En octubre de 2009, el Gobierno francés lo condecoró con el grado de caballero de la Ordre des Arts et des Lettres.