jueves, 11 de noviembre de 2010

Solidarios

Ayer por la tarde decidí limpiar la parte frontal de la casa de al lado, porque por ahora está deshabitada y había mucha maleza acumulada. Al menos una parte hoy —pensé—.

También tenía un doble propósito, no quería que se viera tan feo porque cierta personita, cierto día (muy próximo), quiere invitar a unos amigos por cierta fecha muy especial en su vida, y sé que estarán entrando y saliendo.

Llevaba poco tiempo con esta tarea cuando mi vecina de enfrente me dijo: “voy a sacar mi pala para ayudarla”.

Se entretuvo poniendo música de Yuridia a todo volumen para que esta labor fuera menos pesada, o mejor dicho más entretenida para ambas, y antes de que ella saliera de su casa se acerca otro vecino a quien también le afecta que esta propiedad esté sucia —está justo en medio de donde vivimos, bueno él con su familia y yo con la mía— y me dice: “Le voy a hacer segunda, voy a traer mi pala".

Yo la verdad agradecí mucho la disposición de ambos, porque en una hora, entre los tres pudimos terminar y nos sirvió para platicar un momento, fue agradable debo confesar, a pesar de los …ches callos que traigo en la mano, si hasta la pensé para ir al zumba porque me dolían los brazos. Pero me quedo con lo otro: con el momento solidario.