viernes, 18 de noviembre de 2011

Filio

Ayer por la noche conocí a Alejandro Filio.

El cantautor estuvo en concierto en Hermosillo, y aunque ya había escuchado algunas canciones suyas no había tenido oportunidad de asistir a una de sus presentaciones.

Me gustó su propuesta.

La iluminación tenue brindó una atmósfera adecuada para que los asistentes sólo nos enfocarámos en la persona que estaba en el escenario, quien destacó por su voz y las notas que sacaba de su guitarra.

Salió a cantar de manera sencilla: una playera negra con su nombre en letras rojas, pantalón de mezclilla y zapatos negros. Tiene el cabello ondulado y usa gafas. Él dijo: “los yucatecos somos chaparros, cabezones…y muy guapos”.

Hace alrededor de cuatro años estuvo en la ciudad, y dice que cuando algunos amigos supieron que venía a Hermosillo le encargaron chiltepines y machaca.

Nos hizo reír con algunas anécdotas de sus conciertos y también hubo momentos de seria reflexión social. Al inicio pidió a los asistentes que le dijeran qué canciones querían escuchar y de inmediato comenzaron a gritar algunos de sus títulos.

Al concierto en el Centro de las Artes de la Universidad de Sonora fui con dos amigas, una de ellas admiradora de Filio al cien por ciento, estaba emocionada, conmovida, y cantó la mayoría de las canciones.

Lo único malo es que por más que gritó “Para la buena voluntad”, Alejandro no la interpretó. En una ocasión hasta le ayudamos a gritar para que el cantante escuchara, y ni aún así… se quedó con las ganas.

Ahora escucho en youtube música del artista, para recordar el evento de anoche, fue una linda velada a la que estuve a punto de no ir por cansancio, pero qué bueno que lo hice, valió mucho la pena (y acabamos en los tacos Piña, qué tal…).