Es agradable visitar a la familia, aunque sea unos cuantos días.
En estas fechas, cuando tenemos vacaciones, algunos aprovechamos para hacer viajes cortos con el propósito de ver a los seres queridos, porque aunque haya llamadas telefónicas, siempre es bueno ver cómo están, saludarlos cara a cara, darse un abrazo.
En estas saliditas al sur del estado tengo la ventaja de que puedo "matar dos pájaros de un tiro", porque para llegar a Navojoa paso por mi tierra y ahí me detengo un rato para saludar a mis hermanos y a veces comer algún antojo, ¡ah! y pasar por la calle Durango. Y de regreso a Hermosillo hago lo mismo.
En nuestra estancia en "La perla del mayo" hemos realizado algunos paseos por los alrededores, fuimos a la ciudad de Álamos, que se ve muy bien gracias a la filmación reciente de una telenovela; también hicimos turismo rural y de pueblo en pueblo llegamos -sin querer- hasta la playa de Huatabampito, donde Santiago disfrutó de un rico chapuzón.
El resto del tiempo de estos días ha sido de convivencia en la casa, de pláticas para conocer detalles de los hijos, los suegros, los cuñados, las concuñas, los sobrinos, los que están, los que no están. La salud, la escuela, el trabajo, los proyectos, son algunos de los temas, sin faltar el compartir algunas recetas, también hemos podido probar combinaciones nuevas de licuados, muy ricos, por cierto.
Mañana volvemos a casa, pero habrá aún varios días por aprovechar con la familia, con más salidas a lugares cercanos, continuar con la limpieza general que quedó pendiente, una comidita con las amigas, ir al cine, y por qué no, saludar por vías cibernéticas a los seres queridos que no están cerca.