Ayer el ejercicio fue más familiar, hasta Andrea nos acompañó (ella ya comenzó a caminar aquí en la colonia, quiere tener más condición física). Poco después de llegar a casa se soltó la lluvia fuerte, la primera vez también tuvimos suerte, en cuanto Joaquín terminó su rutina en la milla y subió al carro comenzó a llover.
Y aunque hoy a las 10 de la mañana Santiaguito todavía tenía una carita de no molestar, como lo dejamos dormir bastante, se despertó de buen humor. La próxima semana tiene vacaciones, así que ya que no hará sus ejercicios de rutina en la escuela, por eso lo invitaremos —con más razón— a caminar.