viernes, 12 de agosto de 2011

Un recuerdo extraordinario

Hermana, ahora que acaba de pasar tu cumpleaños, comencé a recordar la bonita experiencia del viaje a Alaska, a finales de julio de 2007, ¡ya hace cuatro años!
Después de la lamenable pérdida de nuestra madre y a poco tiempo de que cerraran el lugar donde yo laboraba, fue gratificante conocer ese maravilloso lugar y disfrutar de unos días juntos, tu familia y la mía.
Llegamos en auto a Phoenix, donde la familia de Joaquín amablemente nos cuidó el carro y nos atendió de maravilla; después abordamos un avión a Seattle, esperamos quizás un par de horas y nos aventuramos a Anchorage.
Ya nos esperabas en el aeropuerto, y recuerdo que nos recibiste en tu casa con pozole, y en la mesa había un plato divinamente acomodado con cerezas naturales, las cuales yo nunca había probado y en honor a ese recuerdo las coloqué en las mesas en la fiesta de XV de mi Andrea.
Fue una semana intensa donde no dejamos de pasear, tanto en la ciudad como en los alrededores.
En tren fuimos al puerto de Seward, donde también tuvimos un paseo en barco.
Después en auto nos llevaron al parque Denali, una travesía de varias horas, otra experiencia increible, un hotel encantador, unos paisajes de ensueño. El parque es tan grande que lo recorrimos en un camión y pudimos ver animales en su hábitat, hasta osos.
Cómo olvidar Alyeska, sus flores, y subir a esa montaña... ha sido mi único contacto con la nieve, y mira que hasta ahora no lo he vuelto a tener.
Los atardeceres a las 12 de la noche no cualquiera ha tenido la oportunidad de verlos, por eso, atesoro todos esos recuerdos y los tendré en mi memoria hasta el día en que me vaya de este mundo.
El regreso fue de madrugada, llegamos a Portland muy tempranito y después a Phoenix a media mañana. Después de un rato de descanso, un paseito nocturno por esa ciudad y por Tempe, volvimos a dormir para al día siguiente retornar a nuestra casa...
El viaje fue en el tiempo justo, ahora quizás no podríamos hacerlo porque la situación es distinta con Santiago y sus necesidades, pero me alegro de que como familia pudimos ir todos.
Gracias, muchas gracias de nuevo a ti y a David.