domingo, 8 de julio de 2012

Adaptándome...

 
Acabo de comenzar a usar mis lentes progresivos, son lentes oftálmicos utilizados para compensar un campo visual de lejos, otro de cerca y una serie de distancias intermedias.
Según me dijeron tienen la ventaja de ser un lente único para todas las distáncias, sin "saltos" de imagen, más estéticos que los bifocales, puesto que son completamente lisos, y una visión "natural".

El uso de lentes progresivos requiere de un período de "adaptación", justo en el que estoy ahora, que consiste en mecanizar los movimientos oculares y de la cabeza para que los ojos siempre "apunten" por el lugar de máxima visión.
Acabo de leer esto (sí, con mis nuevos lentes) sobre las experiencias que puedo llegar a tener:

Tendrá que aprender a "apuntar". Dado que cada punto del pasillo tiene una potencia diferente, adecuada para mirar a una distancia concreta, habrá de construir (inconscientemente) un mapa de la localización de los puntos por donde hay que mirar a una distancia determinada. Llegado un momento, esto será tan natural y automático como andar o respirar.
Puesto que el pasillo está diseñado para coincidir con la postura natural de los ojos para cada distancia, aprender a apuntar no supone ninguna dificultad. Lo único que hay que hacer es acostumbrarse a mirar de frente a las cosas cuando utilicemos esta zona.

Los usuarios acostumbrados a mover los ojos, pero no la cabeza, para localizar objetos desplazados lateralmente, notarán que han de hacer un esfuerzo de aprendizaje para combinar los movimientos de ojos y cabeza, sobre todo mirando a distancias intermedias. Este es el caso de muchos miopes.
Los usuarios acostumbrados a mover más la cabeza que los ojos notarán mucho menos este efecto.