House era un cretino, se burlaba de todos: pacientes, compañeros,
sus escasos amigos, cualquiera que no estaba a la medida para sus locos ideales
de integridad.
Él decía estar en una búsqueda heróica de la verdad, pero la
verdad es que era un imbécil amargado, que le gustaba hacer miserables a las
personas, y lo demostró muriendo de manera egoista, adormecido por narcóticos,
sin un pensamiento para nadie más. Una traición para todos quienes se
preocuparon por él...